Puse un trozo de ahuyama limpia de aproximadamente 850 grs directamente sobre el fogón. Encima lo esparcí con acéite de oliva y le agregué media cebolla y un diente ajo previamente ahumados en el fogón, una rama de romero, cuatro clavos de olor, cúrcuma en polvo, gengibre picado, y una pizca de nuez moscada rallada, canela, azucar morena, pimienta y sal. Cubrí con papel aluminio y lo dejé cocinar hasta que la pulpa estaba tierna.Para estraerla, coloqué la ahuyama en un bol que me permitió sacarla fácil y limpiamente.
El contenido lo coloqué en agua hirviendo (aproximadamente litro y medio) y dejé que terminará de cocinarse por diez minutos. La mezcla la puse en la liquadora hasta que alcanzó una textura cremosa y la llevé a fuego lento nuevamente por tres minutos. Agregué una cucharadita de mostaza, cuatro cucharadas de crema de leche y queso Pecorino rayado y una pizca de tabasco. Corregí la sal y la pimienta y la serví.
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Resultado
Puntuación familiar: 3/5 (¡debo aclarar que son bastante exigentes!). Les gustó la textura y el sabor, pero dicen que se me fue la mano en la cúrcuma.
Puntuación personal: 4/5. Me gustó mucho, arómatica y sobre todo el toque
ahumando en el fondo le da un gran sabor. Recomiendo la cúrcuma con
cautela. Si, esta receta la prepararé nuevamente y estoy seguro que ganaré un 5.
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